lunes, 24 de septiembre de 2007

Una sanidad peculiar

"Ahora, TODAS las personas que tienen dolor de estómago, y problemas en su digestión, pasen al frene que EN ESTE MOMENTO QUEDARÁN TOTALMENTE SANOS..." asegura el hombre del micrófono en una "Campaña de Sanidades y Milagros". La gente pasa al frente y un grupo de personas rápidamente se acercan a ellas para hacerles pasar una por una, mientras el hombre del microfono se quita el saco y literalmente agarra a "sacazos" a la gente... para sanarla. En el siguiente llamado los pone en fila mientras pasa corriendo y gritando "recibe" con la mano extendida, empujando a la gente mientras estos caen. Al final del evento un grupo musical toca música emotiva, casi épica, mientras el hombre del micrófono te hace reflexionar en lo mucho que ahora le debes a Dios, por lo que van a pasar con unos "botecitos" para que le expreses tu gratitud en cifras monetarias...

Mc. 1:29-31
29Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. 30Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. 31Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.

Qué hermosa encuentro ésta sanidad. Recordemos que Jesús llegó a realizar sanidades de un modo extraño y en otras hasta chistoso, por ejemplo al ciego al que le unta lodo hecho de su propia saliva, a otro hombre sordo mudo le mete los dedos a sus oídos y luego le saca la lengua con sus propias manos jalándola mientras dice unas palabras mirando al cielo.

Pero en éste episodio, Jesús saliendo de la "church" se va a casa de su amigo Simón, junto con otros discípulos: Andrés, Jacobo y Juan. Llegan a casa y se encuentran con una terrible noticia, la suegra de Pedro está
acostada y con fiebre... Quién sabe cómo fué la relación de Pedro con su suegra, pero como halla sido, la mujer se sentía mal.

El texto nos dice que:
enseguida le hablaron a Jesús de ella.
Imagina la escena: acaban de regresar de una reunión en la sinagoga fuera de lo normal, un hombre se para en plena lectura y comienza a gritarle a Jesús, asegurando que El es el Mesías. Todos se sacaron de onda cañón, era obvio que el tipo estaba endemoniado. Jesús fué el único que no se paniqueó, de hecho, solo bastaron 4 palabras que nos dejaron fríos a todos: "callate y sal fuera". Jesús tenía una autoridad sorprendente.

Sin embargo, ni si quiera le pidieron nada a Jesús, simplemente
le hablaron de ella, me pregunto qué sucedería en nuestras vidas, si en lugar de desperdiciar tiempo "hablando el problema", "oraramos nuestros problemas". Los discipulos aparentemente no le sugirieron a Jesús que la sanara, ni si quiera le pidieron algo específico, simplemente le platicaron acerca de la mujer y lo que le estaba pasando. "Es mi suegra Jesús, está en cama y tiene un buen de fiebre..."

Jesús probablemente dijo algo como "¿puedo verla?", Marcos solo nos dice que
entonces él se acercó a ella. ¿No es hermoso?. Muchas veces somos bien impersonales, hasta tratamos de evitar cierto acercamiento con la gente. Jesús no es así. El se acercó a ella. No gritó, no reprendió la enfermedad, ni si quiera oró NADA.

Piensa en las veces que tu vida cristiana está "en la cama con fiebre".
Siempre la solución es estar cerca de Jesús. O dejar que se acerque con su perdón y el poder de su Amor. De hecho muchas de las broncas en nuestra vida, (si no es que todas) son una directa consecuencia de habernos alejado de El, o de su consejo.

Ahora piensa en las vidas de las personas que no le conocen, y sus vidas están en una condición similar, "en la cama con fiebre". Jesús es el que da el primer paso, él se acercó a ella, nos dice marcos.
La tomó de la mano y la levantó.

Qué sanidad tan peculiar, Jesús solo se acercó, le tomó de la mano y le levantó.
¿Eres creyente y llevas un tiempo en cama?, Jesús quiere y puede levantarte hoy.
¿Nunca le has entregado tu vida a Jesús y "estas en cama"? toma hoy la mano de Jesús. Permite que El te levante. ¿Qué consecuencias habrá? "inmediatamente la fiebre le dejó, y ella les servía". Tu vida comenzará a ser una auténtica bendición, pues le servirás a Jesús y a tu familia, amigos, etc. Esto me enseña algo: "antes de que Jeús quiera usarme para bendecir a otros, Jesús quiere bendecirme a mí. Antes de que yo pueda hacer algo por otros, El quiere hacer muchas cosas EN mí". No se puede dar lo que no se tiene. O como dice Chuck Smith: "el cristianismo es como la gripa, no se la puedes dar a otra persona a menos que la tengas".

Qué sanidad tan peculiar, no hay multitudes, no hay oraciones, solo el acercamiento y la ternura de Jesús bastaron para sanar esta vida en peligro... así como bastaron para salvar la mía.

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