jueves, 1 de marzo de 2007

La autoridad de Jesús...

Mmm.... pues... mmme parece que es algún tipo de problema en la parte baja de su espalda... ¡aunque! pensandolo bien, puede que también sea una lesión de algún órgano interno, la verdad es que pudiera ser cualquiera de las dos cosas. Mire... para no errarle, ¿qué le parece que le doy tratamiento para ambas?, y ya de paso le doy algo para el stress, por que ciertamente no queda descartado. De cualquier forma le recomiendo venir a verme mañana, voy a checar nuevamente los resultados de sus análisis por que esto está muy raro, incluso pudiera ser algún tipo de tumor, en el libro del doctor fulanito de tal dice que...

Si un doctor me hablara de ese modo, seguro lo mando a volar, (por no decir otra cosa, jeje) queda claro que tal doctor no es una autoridad en tema de salud, sí en tema de inseguridad, eso seguro. Es increíble cómo uno puede aparentar ser algo que no es, uno puede aprenderse términos médicos, "hacerla de doctor" un rato y dar "el gatazo". Lo mismo sucede en la vida cristiana, y claro, en la vida de los escribas judíos del tiempo de Jesús sucedía todo el tiempo. Sabían la ley, la "entendían", todo el tiempo hablaban de ella, pero no la vivían. Es como aprenderse los nombres de calles en italia, nombres de restaurantes, museos, hoteles, etc. pero no haber ido jamás.

Se dice que la típica forma de enseñar de un escriba en esos días, era leer la porción de la ley que correspondía al día, y comentar las conclusiónes a las que algún otro rabí de renombre, había llegado. Al leer Marcos 1:21-22 me queda claro que, sea como sea que hallan enseñado, no enseñaban PARA NADA como Jesús lo hacía. ¿Sería acaso que Jesús gritaba de vez en vez, dando con esto "muestras de autoridad"?, ¿o es que interrumpía su enseñanza para decir cosas como "aleluya" con emoción?. No. Ninguna de las dos cosas. Simple, simple y sencillamente Jesús SABIA de qué estaba hablando. ¿Quién podrá comentar mejor una obra literaria?, ¿algún lector documentado, o el propio autor?.

Jesús no era simplemente un Judío devoto y conocedor de las Escrituras, Jesús es ¡¡la MISMA PALABRA DE DIOS!! (Ten esto en mente cuando leas tu Biblia, y sábete que el autor de la Biblia te puede enseñar). Para mí esta es la primera razón por la cual los judíos podían detectar una enorme diferencia entre la enseñanza de Jesús y la de los Escribas, pero hay una más. En Hechos 1:1, el autor escribe esto:

En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de
todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar...

Así es, Jesús primero mostraba el ejemplo, su estilo de vida era lo que le daba peso a sus palabras. ¿Cómo lo hacían los escribas y fariseos? Mt. 23:1-4 nos da la respuesta:


Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.
Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo;
mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.
Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar,
y las ponen sobre los hombros de los hombres;
pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.




Cuánto hace falta autoridad en el Cristiano de hoy. Nos sabemos los versículos, "entendemos" la teología, adoptamos el "lenguaje" cristiano, sabemos (se puede decir) todo hacerca de Jesús, pero solo de oídas. En medio de una generación cristiana que busca el poder sobrenatural para hacer señales y prodigios, cuánto se necesita una generación de cristianos que tengan la autoridad que viene no de conocer el Camino... sino de caminar en El.


Las personas presentes ese día de reposo en cierta sinagoga en Capernaúm se asombraron de la autoridad de Jesús, y hablando de autoridad, Jesús estaba en las suyas, enseñando la Palabra de Dios cuando en eso uno de entre los congregantes se levanta, apunta a Jesús y grita a todo lo que daba su garganta:



"!AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!
¿Qué te traes Jesús Nazareno?,
¡Has venido para destruirnos!
YO SÉ QUIÉN ERES... EL SANTO DE DIOS!"


¡Asústame!, la biblia no nos dice si el cuate tenía un aspecto distorcionado de su rostro y postura, tampoco de si su voz sonaba diferente, pero es evidente por la frase "has venido para destruirnos" que se trataba de un endemoniado. Pero permíteme decirte algo que me llama mucho la atención... hace algún tiempo estuvimos estudiando la carta de Santiago, y en el capítulo 2:19 está escrito:


Tú crees que Dios es uno;
bien haces. También los demonios creen
...y tiemblan.


¿QUEEEEEEEE?, los demonios ¿CREEN?... no, no, no, debe ser un error de imprenta. Pues no, resulta que tienen el tipo de fe basada en el conocimiento correcto (por las tentaciónes hechas a Jesús por Satanás, vemos que conocen la Biblia), acerca de la persona correcta (el espíritu inmundo le dijo: "Yo sé quién eres"), pero... a pesar de su conocimiento no son salvos, porque no honran ni se someten a Dios, no Aman a Dios, ni le glorifican como a Dios.


No sé ustedes, pero me suena al tipo de fe que muchas personas tienen, incluso algunos ni si quiera tienen temor de Dios. Esa fe es la clase de fe que tienen los demonios, es una fe que no salva mi alma, que no cambia mi vida, solo llena mi cabeza con información... información correcta, pero de nada sirve si no se tiene un corazón rendido a Dios y que confía en El al 100%.


¿En qué acabó el alboroto en Marcos?, Jesús no hizo el pancho que usualmente hacían los exorcistas de la época, simplemente le reprendió diciendo: ¡Callate y sal de él!. El cuerpo del hombre se sacudió violentamente mientras gritaba, y de repente el hombre quedó postrado en el piso, libre del espíritu que le permitía estar en la sinagoga cada domingo, como buen religioso. No quisiera que se malentendiera esto, no debemos interpretar esto como que un creyente nacido de nuevo puede estar por años poseído de un espíritu. Para nada, la Biblia nos dice que "hemos sido trasladados del reino de las tinieblas, al reino de Su amado hijo (Jesús)", que antes "éramos tinieblas, pero ahora somos Luz en El", que "La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no pueden prevalecer".


Lo que me queda claro es que, necesitamos ver, tocar, oír y seguir a Jesús en nuestra vida diaria, dirigidos por Su Palabra. Necesitamos conocer a Jesús no de oídas, no como cualquiera de nosotros puede conocer hasta los detalles más íntimos de un político, o un artista o cualquier figura pública, sino conocer a Jesús así como mi esposa me conoce a mí, o mis amigos, que han comido conmigo, han reído, llorado, etc.

Sabemos que Jesús es el pan de vida... comámoslo, que es la verdad... ¡creámosle!, que es el Camino; ¡entonces andemos en El!. Yo creo que el Espíritu Santo nos dice el día de hoy tal como Morpheus le dijo a Neo en Matrix:

"yo solo te puedo mostrar la puerta, pero tú tienes que caminar a travéz de ella..."







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